viernes, 17 de junio de 2011

* siempre demasiado *

y cuando te caes, llegas a pensar, si vale realmente volver a intentarlo...
te quedas por unos segundos en el piso, aferrándote casi a esa sensación de fracaso...
por el sencillo miedo de que sea una escena reiterativa en tu vida...
permaneces unos instante mas así, caído, roto... desprolijo, carente de estabilidad
y te preguntas mil veces si querés levantarte otra vez.
y en el único momento en el que levantas la mirada, te encontrás con una de esas miradas, con unos ojos capaces de elevarte hasta la galaxia mas lejana
y sabes que por esos ojos, por eso que cosquillea en tu piel, por eso que grita desde tu interior, vas a correr el riesgo
vas a volver a entregar todo, para quizás no recibir nada, pero... ya no te importa.
simplemente no podés dejar de ser vos.
ni podes, ni querés.
siempre entregas todo.
nunca medís lo que das, muchísimo menos lo que recibís.
y esta bien.
porque dar todo te hace bien.
porque amar de modo desmedido, es el único modo que conoces.
te levantas... las veces que sea necesario.

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